El Aprendizaje y las Competencias

Las diversas teorías o concepciones de los procesos de aprendizaje que a lo largo del tiempo se han ido proponiendo, están todas involucradas en las competencias, y éstas se han desarrollado de manera paulatina desde los precursores del homo sapiens.
La percepción en el ser humano se presenta cuando se suceden diversos hechos o acontecimientos en el entorno del observador, se produce de inmediato una asociación con los conocimientos previamente adquiridos, que incluso desde el nacimiento el ser ya tiene, y se provocan las respuestas a los estímulos recibidos. La información que se adquiere se organiza, discriminando ―mas no desechando totalmente― la información que se considere pertinente, voluntaria o involuntariamente. Tal información, ya organizada se usa para un aprendizaje posterior, ya por inducción o experimentación directa, de manera que se va integrando un aprendizaje significativo., al relacionar los saberes previos con los nuevos conocimientos. Al procesar la información se efectúa un proceso cognitivista, que provocará una respuesta del aprendiz. Al interactuar éste con el medio que le rodea su aprendizaje será constante y estará en función de su capacidad cognitiva y desde luego de sus conocimientos previos. Al estar inmerso en un contexto social, el aprendiz podrá compartir sus conocimientos, llevándose a cabo un aprendizaje colaborativo.
Una enseñanza y aprendizaje por competencias ha de tener rasgos de cada uno de los conceptos del aprendizaje, y será efectiva en la medida, con la calidad y la profundidad que se apliquen de manera adecuada en un contexto sociocultural determinado.
Es evidente, entonces, que el aprendizaje no puede valorarse, mucho menos medirse, en función de las respuestas que un reactivo pudiere provocar, sino en la efectividad de las acciones que pudieren darse como consecuencia del confrontamiento con un determinado problema usando los saberes adquiridos y ejercitando las habilidades específicas para las que se ha adiestrado al aprendiz. Sin embargo, hay que considerar desde luego que incluso la valoración y evaluación de tal efectividad puede ser sumamente subjetiva, dependiendo del tipo de problema y la actitud de los evaluadores, hablando de un contexto psicopedagógico.
F Baíza